Si bien el estado de Nueva York refiere la inexistencia de una muestra clara de que dicha cepa afecte significativamente la gravedad de la enfermedad, los primeros datos indican una mayor virulencia que otras variantes circulantes, apuntó por su parte un reporte de la cadena NBC News.
En este territorio, por ejemplo, el promedio de muertes por el virus es el más alto desde febrero de 2022, mientras que las hospitalizaciones están a un nivel no visto desde la caída de la ola inicial de Omicron, reveló el medio informativo.
La semana pasada, el Departamento de Salud del estado de Nueva York anunció que XBB.1.5 es la subvariante dominante a nivel local y representa más del 50 por ciento de las infecciones en todo el estado, apuntó la fuente noticiosa.
Señaló además sobre la posibilidad de un guarismo mayor, dada la proporción relativamente baja de pruebas positivas que se someten al exhaustivo proceso de secuenciación genética para aislar variantes.
En esa ciudad, cuyas informaciones también están desactualizadas, es probable que la prevalencia de XBB.1.5 esté muy por encima del 68 por ciento que el Departamento de Salud territorial divulgó por última vez el pasado 24 de diciembre, enfatizó el reporte.
La situación de Nueva York acentúa igualmente las preocupaciones sobre su transmisibilidad, pues más de un tercio de los vecindarios en los cinco condados exhiben números por encima del 20 por ciento en cuanto a la positividad.
Los CDC alertan asimismo sobre un contexto de similar preocupación en Nueva Jersey, donde el 38,4 por ciento de los casos están vinculados a la nueva cepa.
La subvariante XBB.1.5 se detectó por primera vez en Nueva York y Connecticut, Estados Unidos, a fines de octubre, de acuerdo con Gisaid, una organización internacional que tiene como objetivo rastrear y secuenciar variantes de Covid-19.
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