En un comunicado público, la Asamblea Nacional de Gobernadores Regionales, todos recién instalados en el cargo, señalaron que el recorte del mandato de la jefa de Estado y del Parlamento que la apoya, “se realice de inmediato, como una solución efectiva a la crisis política”.
El pronunciamiento, dirigido a los poderes del Estado, ante la grave crisis política y las 48 muertes durante las protestas, las considera “producto de la protesta popular y el accionar del Gobierno” y pide se investigue la pérdida de vidas y se sancione a los responsables.
“Exhortamos a la ciudadanía a mantenerse vigilantes y manifestarse pacíficamente sin caer en la provocación de acciones y grupos violentistas”, señala la declaración y pide sanción para los autores de actos vandálicos durante las manifestaciones.
Preguntado al respecto, el primer ministro, Alberto Otárola, dijo que el comunicado muestra “una posición política” y agregó que los gobernadores son parte del Estado y como tales deben trabajar por el desarrollo de sus regiones.
De otro lado, los destacados historiadores y analistas políticos Antonio Zapata y Nelson Manrique coincidieron en pronosticar que no durará mucho en el cargo, principalmente por las muertes en las operaciones policiales y militares contra las protestas.
“Después de los sucesos de Puno, que se suman a los muertos de diciembre, veo bien difícil que el Gobierno de Boluarte sobreviva. La presión es demasiado grande”, dijo Zapata, mientras el Ejecutivo sostiene que el retiro de la mandataria daría lugar al caos.
Añadió que Boluarte “tiene que pagar el costo político de haber permitido que las fuerzas armadas y policiales actúen con un plan tan violatorio de los derechos humanos básicos”.
Sobre la salida a la crisis, dijo Zapata, debe cambiarse la mesa directiva derechista del Congreso para que un titular del Congreso menos conflictivo que el actual, José Williams, un general retirado de derecha extrema, reemplace a Boluarte y encabece un breve gobierno que convoque elecciones como válvula de escape.
“La única alternativa real a estas alturas, en lo inmediato, sería la renuncia de Dina Boluarte”, declaró a su vez Nelson Manrique, al calificar a la mandataria de oportunista,
“Ha terminado como rehén de la derecha más cavernaria y tiene un porvenir oscuro porque carga más de 40 muertos en poco más de un mes de gobierno, y, si cree que la derecha que ahora la apoya se va a jugar por ella, está profundamente equivocada”, advirtió.
lam/mrs