En una intervención durante el inicio del XVI Congreso del Frente Polisario, que se extenderá hasta el 17 de enero, Gali sentenció que la República Arabe Saharaui Democrática (RASD) no se involucrará en ningún proceso de paz que se desvíe del inicial plan de la ONU y la Unión Africana.
Palabras que indirectamente renovaron el rechazo al giro del Gobierno de España el pasado año cuando el presidente Pedro Sánchez se alineó con Marruecos al anotarse a la iniciativa de Rabat a la cual se había sumado Donald Trump en el final de su mandato.
Gali no pasó por alto el hecho, al argumentar que se trata de un “un cambio peligroso y una traición que legitima la ocupación (marroquí) y viola el derecho internacional, con lo cual quedó claro que las relaciones del Polisario con Madrid seguirán congeladas.
‘Confirmamos en nuestro XVI Congreso que el pueblo saharaui continuará su justa guerra de liberación’, zanjó el también presidente de la RASD de forma categórica.
La cita tiene lugar en el campamento de refugiados de Dajla, una de las Wilayas en territorio argelino que reproducen los verdaderos sitios saharauis en la zona del Sáhara Occidental dominada por Marruecos.
Al cierre de sus palabras, en perfecto idioma español, declaró que antes de abandonar el micrófono “tengo que agradecer la solidaridad latinoamericana presente en el Congreso”, refiriéndose implícitamente a la participación de delegaciones de Cuba, Venezuela, Panamá, México, Brasil, Chile, Puerto Ricos, Nicaragua y Argentina.
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