Las víctimas se encontraron en el interior y en el exterior de la residencia, y todas fueron declaradas muertas después de que los oficiales les practicaran resucitación cardiopulmonar, acorde con las declaraciones del alguacil Mike Boudreaux, citado por The Washington Examiner.
En este momento la policía no estima que el tiroteo, ocurrido en horas de la madrugada, haya sido un acto de violencia al azar, y piensa que hay al menos dos sospechosos.
“Creemos que esta era una familia objetivo. Creemos que hay asociaciones de pandillas involucradas en esta escena, así como posibles investigaciones de narcóticos”, refirió Boudreaux.
Añadió que actualmente la oficina del alguacil, la unidad forense y los detectives de homicidios están buscando esclarecer los hechos.
Los investigadores tienen información potencial pero la policía todavía trabaja para recopilar evidencia y entrevistar a varias personas, incluidos amigos y familiares de las víctimas, dijo.
El alguacil confirmó que hubo al menos un sobreviviente.
De acuerdo con el sitio Gun Violence Archive, en lo que va de año en Estados Unidos ocurrieron 29 tiroteos masivos.
La cifra de menores de 17 años muertos a causa de la violencia armada asciende a 86 y la de lesionados en este mismo grupo etario a 177, apuntó la fuente.
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