En la zona de El Triunfo del distrito de La Joya, en Arequipa, los manifestantes lanzaron piedras la comisaría y los policías respondieron con bombas lacrimógenas y el saldo fue de cuatro heridos, reportaron fuentes radiales del lugar.
Continuaron al mismo tiempo los bloqueos de vías en otros puntos de la región, cuyo aeropuerto, en la ciudad de Arequipa, capital regional del mismo nombre y fue objeto hasta ayer de nuevos intentos de toma en los que murió un manifestante.
El gobernador de Arequipa, Rohel Sánchez, declaró en Lima que recibió un informe según el cual un policía fue retenido por manifestantes.
Según el informe diario de la Defensoría del Pueblo, hubo durante la jornada 78 puntos de bloqueo confirmados por la Supeintendencia de Transporte Terrestre.
En las regiones surandinas de Puno y Cusco continúan bloqueos totales de carreteras que aislan a esos territorios cuyos aeropuertos han sido objeto de intentos de tomarlos.
En Yunguyo, población fronteriza con Bolivia, sufieron daños o incendios las oficinas de sanidad animal, aduana, recaudación de impuestos y la comisaría del lugar, según a Defnsoría.
La ciudad puneña de Desaguadero, también limítrofe con Bolivia, vivió una relativa calma después que ayer fue incendiado por manifestantes el Centro Binacional de Atención en Frontera, que reúne en un solo recinto los controles migratorios y aduaneros de los dos países.
Al otro lado de la frontera, también bloqueada en Desaguadero, permanecen varados gran cantidad de camiones bolivianos con carga rumbo a Perú o al puerto peruano de Matarani, para su embarque a ultramar, en la región de Arequipa.
El movimiento de protesta, que el 4 de enero comenzó su segunda oleada, exige la renuncia de la presidenta Dina Boluarte, prontas elecciones adelantadas con un presidente transitorio de consenso y un referendo sobre la pertinencia de una asamblea constituyente.
El conteo de muertes de la Defensoría del Pueblo registra hasta hoy un total de 45 civiles y un policía muertos durante las protestas, así como el deceso de nueve civiles en accidentes vinculados a las mismas.
La Asamblea Nacional de los Pueblos (ANP), frente de organizaciones sindicales y sociales en general, así como partidos y colectivos de izquierda y progresistas, apoya el movimiento e hizo un balance positivo de su desarrollo, destacando que cada vez más grupos políticos y sociales y personalidades políticas aceptan las demandas de las protestas.
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