Calificó la ceremonia organizada por el gobierno del primer ministro, Andrej Plenkovic, de mitin precampaña electoral y promesas de una agrupación política (las elecciones legislativas serán en julio).
Desde hace 19 años esa efeméride se festejó el 25 de junio, por ser el día en que Croacia declaró su independencia de Yugoslavia, pero el parlamento la cambió para hoy como homenaje a la formación del primer poder legislativo, elegido democráticamente.
Milanovic opinó que una fecha tan relevante para el país es más factible seleccionar un acontecimiento que no perturbara a nadie, o sea, a la mayoría de la ciudadanía.
Agregó que cuando se formó el primer parlamento, la mayoría la ostentaba un solo partido político (Unión Democrática Croata, HDZ, que encabeza Plenkovic), por el cual votó una minoría relativa del electorado.
Por eso calificó la decisión del parlamento de boicot al sano juicio.
El mandatario hizo estos comentarios ante los reporteros que lo asediaron cuando acudió al cementerio de Mirogoj a depositar una ofrenda floral, pero no asistió al peregrinaje a la tumba del primer presidente de Croacia independiente Franjo Tudjman, organizado por Plenkovic y el presidente del Legislativo, Gordan Jandroković.
En tanto, el jefe de Gobierno, preguntado sobre las declaraciones del mandatario, opinó que no es bueno que hable así de las decisiones positivas y legales aprobadas por el Legislativo.
Añadió que el 25 de junio también es una fecha importante en el país, pero la minimizó al decir que aquello fue solo el comienzo.
Ante la insistencia de los periodistas sobre las razones de los calificativos de Milanovic para los actos de hoy, respondió que eso habría que preguntárselo al mandatario.
“Soy el presidente del gobierno y de la HDZ, por cuya iniciativa se cambió el Día Nacional. Él (Milanovic) es otra institución y eso no es materia de mi interés”, enfatizó Plenkovic.
La conmemoración consistió en un acto solemne en la plaza San Marko, frente a la casa de gobierno, pase de revista a una formación militar con vuelos rasantes de aviones de guerra y la peregrinación a la tumba de Tudjman, seguido de un concierto público frente al edificio del Teatro Nacional.
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