Tal salvedad la declaró Lula a la prensa junto a su par argentino, Alberto Fernández.
«Me disculpo por todas las groserías que el último presidente de Brasil, que trató como un genocida a causa de la responsabilidad con el cuidado de la pandemia (de Covid-19), y por todas las ofensas que le hizo a Fernández», recalcó el jefe de Estado brasileño.
La visita a esta nación es el primer compromiso internacional del fundador del Partido de los Trabajadores desde que volvió por tercera vez al poder.
«Hoy es la reanudación de una relación que nunca debería haber sido truncada», manifestó.
Comentó que su presencia «como primer viaje después de mi elección a un país extranjero es para decirle a mi amigo Alberto Fernández que vamos a reconstruir esa relación de paz, productiva, avanzada, de dos países que nacieron para crecer, desarrollar y generar mejores condiciones de vida para su gente».
El vínculo entre Brasil y Argentina se sacudió durante el gobierno de Bolsonaro en razón de diferencias, sobre todo, ideológicas.
Durante su mandato, el exmilitar criticaba la conducción política de la administración argentina tras la elección de Fernández, un político de izquierda.
Por ejemplo, en octubre de 2020, el excapitán del Ejército llamó de izquierdilla al gobierno argentino de Fernández.
Según la agenda presidencial, el exdirigente obrero en horas vespertinas de este lunes tiene un encuentro agendado con empresarios. Más tarde asistirá a un concierto musical con artistas argentinos y brasileños en el Centro Cultural Kirchner.
Lula aterrizó este domingo en Buenos Aires, Argentina, donde mañana participara en la VII cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
«Vamos a reanudar los lazos. Brasil está volviendo al escenario internacional y actuará por el fortalecimiento del Mercosur (Mercado Común del Sur)», escribió el extornero mecánico en una red social.
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