Celebraremos reuniones frecuentes que conduzcan a retomar cuanto antes los diálogos trilaterales y solucionar nuestras diferencias sobre el proyecto hidroeléctrico, afirma el texto publicado en el sitio oficial del Ministerio de Agua, Riego y Energía etíope.
De acuerdo con la comunicación, el titular del gabinete, Seleshi Bekele, y su homólogo sudanés, Yassir Abbas Mohammed, decidieron dar ese paso durante un encuentro virtual en el cual revisaron el proceso interrumpido en febrero pasado.
Los ministros, añade, debatieron las exigencias de cada parte y sopesaron cómo proceder para regresar a la mesa de negociación en el menor tiempo posible.
Recientemente los tres países manifestaron disposición a reanudar las conversaciones, suspendidas por la inasistencia etíope a una ronda celebrada en Washington, Estados Unidos, causa de cruces de declaraciones entre Addis Abeba y El Cairo.
Etiopía calificó de improcedente la reacción a su ausencia del Departamento del Tesoro de EE.UU. y el Banco Mundial, los mediadores, y luego anunció que llenará el embalse desde julio venidero, lo cual aumentó la tensión.
Por su parte, Egipto solicitó a la Liga Árabe una resolución de apoyo, de la cual se desligó Sudán, e inició una escalada diplomática en organismos regionales y mundiales para difundir su postura.
Tras semanas de tirantez, ambos aceptaron la propuesta sudanesa de intentar lograr un acuerdo definitivo sin perjuicios para la seguridad nacional y objetivos de desarrollo de ninguno de los estados.
Aquí no trascendió cuándo, dónde o cómo serán celebrados los contactos entre Etiopía y Sudán, pero no deben demorar mucho, a propósito de la decisión etíope de comenzar el llenado de la presa en julio próximo.
La construcción del megaproyecto hidroeléctrico comenzó en 2011 en la región etíope de Benishangul-Gumuz y en 2014 iniciaron las negociaciones trilaterales para convenir cómo explotarla.
Varios detalles causan disenso, el principal es el tiempo de llenado del embalse, pues Egipto aspira a que dure de 12 a 21 años y Etiopía quiere lograrlo en siete o menos.
En 2023 debe terminarse ese embalse sobre el Nilo Azul, que nace aquí y discurre por territorio sudanés, donde se une con el Nilo Blanco para formar el río Nilo.
Una vez finalizada, según datos oficiales, la GERD (siglas en inglés) generará seis mil megawatts cifra que la convertirá en la más potente de África.
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