La idea sería empezar por reducir la Tasa de Política Monetaria (TPM), la cual se incrementó en exceso, y atenuar la injustificada apreciación de la moneda nacional (colón), apunta Zúñiga en un extenso análisis sobre el comportamiento de la economía tica en 2022 y sus proyecciones para este año.
Para Zúñiga, las elevadas tasas de interés y la apreciación del tipo de cambio son parcialmente responsables del paupérrimo desempeño de las actividades ligadas al régimen definitivo y podrían seguir impactándolas negativamente, de no darse una pronta reversión.
La agricultura, la construcción, la industria tradicional y el consumo, efectivamente son muy sensibles a estos macroprecios, refiere e indica que para 2023 la mayoría de pronósticos ubican el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) en tasas promedio de alrededor de 2,5 por ciento, debido fundamentalmente al complicado e incierto panorama externo.
Sin embargo, sostiene en su artículo -publicado en la sección Opinión, del informativo digital CRHoy.com- en las últimas semanas, incluso ya meses, se han observado señales positivas, especialmente en Estados Unidos, el principal socio comercial de Costa Rica.
Mientras las circunstancias externas son exógenas, las condiciones internas podrían mejorarse y coadyuvar con los resultados, precisa Zúñiga.
Es importante proseguir con políticas que generen confianza, incrementen la rentabilidad de las inversiones, reduzcan los trámites, profundicen la apertura comercial, controlen la inseguridad ciudadana y adecuen la infraestructura y la educación, entre otras, considera.
Para evitar costos económicos y financieros innecesarios y utilizar de forma balanceada estos importantes instrumentos, el economista tico sugiere empezar a bajar la TPM; prepagar el préstamo por mil 100 millones de dólares con el Fondo Latinoamericano de Reservas y afinar la política de intervención en el mercado cambiario.
También, prosigue, analizar posponer la colocación de los eurobonos por mil 500 millones de dólares, autorizados para el segundo semestre; unificar las transacciones del sector público no financiero en el Mercado de Monedas Extranjeras; y elevar la meta de reservas propias en relación con el PIB.
Finalmente, menciona que la Asamblea Legislativa debería limitar la potestad del Banco Central de Costa Rica para endeudarse en moneda extranjera, a fin de evitar manipulación del tipo de cambio.
En los últimos seis meses la moneda nacional tuvo una apreciación frente a la estadounidense de un 20 por ciento, al bajar de 696,76 en junio de 2022 a 560,34 colones por dólar este martes.
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