El informe, publicado por el Proyecto de Integridad Ambiental, un grupo de vigilancia que analiza de forma rutinaria los datos públicos recopilados por la Agencia de Protección Ambiental (EPA), denunció que los compuestos dañinos se concentran sobre todo a lo largo de la Costa del Golfo, en California y cerca de Chicago.
A pesar de que la mayoría de las industrias investigadas informaron haber vertido desechos tóxicos superior a lo legalmente establecido, menos de una cuarta parte de los infractores fueron sancionados por la autoridad correspondiente, según muestran las conclusiones.
Asimismo, tras el análisis de los datos del estudio, el Servicio de Radiodifusión Pública determinó que alrededor de las tres cuartas partes de la contaminación por nitrógeno, selenio y sólidos vertidos por las refinerías de petróleo provienen de instalaciones rodeadas por vecindarios de afroestadounidenses.
En el país, apuntó el medio informativo, las personas con menos poder han estado constantemente expuestas a más químicos nocivos, ya sea por el exceso de sustancias nocivas en el aire, en el agua potable o la exposición a la pintura con plomo.
Esa tendencia se muestra claramente en el nuevo informe, que encuentra cómo la mayoría de las refinerías más contaminantes están ubicadas cerca de comunidades compuestas fundamentalmente por personas negras de ingresos inferiores al promedio, añadió.
Además de resultar evidentemente incumplidas, las regulaciones de contaminación del agua de la EPA para las refinerías se establecieron en 1985 y no cubren muchos contaminantes, alertó por su parte el director ejecutivo del Proyecto de Integridad Ambiental, Eric Schaeffer.
En los casi 40 años transcurridos desde entonces, ha habido avances en los métodos de tratamiento de líquidos residuales, y la Ley de Agua Limpia requiere que la agencia actualice sus límites de contaminación en consecuencia, instó.
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