El compuesto, que viene en forma de polvo, píldora y líquido, es potencialmente letal e incluso puede causar un inicio más severo de los síntomas de abstinencia, apuntó el portal web Axios.
La aparición de esta nueva sustancia se produce cuando las autoridades policiales y de salud pública lidian con el aumento del uso de la «droga tranquilizante», una mezcla de sedante animal y fentanilo que llamó la atención de la Casa Blanca y se encontró en al menos 36 estados y en Washington, D.C.
Sin embargo, añadió la fuente, la mayoría de los hospitales y médicos forenses no analizan regularmente ninguna de las dos sustancias, y los datos hospitalarios no distinguen el nitazeno de los casos de envenenamiento por fentanilo.
Una revisión de los Centros para el Control de Enfermedades de las muertes por su ingesta en Tennessee, por ejemplo, concluyó que el consumo del nitazeno podría requerir hasta cuatro dosis de naloxona, el medicamento de reversión indicado tras el consumo de ese opioide.
Allí, las sobredosis relacionadas con el compuesto pasaron de 10 a 42 entre 2020 y 2021, acorde con la entidad, que señaló además acerca de la probabilidad de una subestimación de las cifras.
La Administración de Control de Drogas (DEA) informó sobre la aparición de dicha sustancia mezclada con heroína o fentanilo en el área de Washington, D.C. en junio pasado, mientras los funcionarios de salud de Filadelfia emitieron una alerta pública hace pocas semanas después de detectarla en cuatro muestras callejeras.
Asimismo, una advertencia del fiscal general de Ohio en abril de 2022 llamó al nitazeno «opioide de Frankenstein», e informó un aumento de casi siete veces en los casos afectados por la droga (de 27 a 143) entre el primer trimestre de 2021 y 2022.
El reporte acotó cómo el hecho de que los departamentos de salud no reciban datos toxicológicos de las salas de emergencias de los hospitales debido a restricciones de privacidad limita el alcance de la información conocida hasta el momento.
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