Por Oscar Bravo Fong
Redacción de África y Medio Oriente
Los 18 candidatos a jefe de Estado realizan mítines de campañas, durante los cuales se acusan de cometer notorios deslices, entre ellos actos de corrupción. Aunque no se descartan contendientes, de acuerdo con sondeos de opinión, entre los pretendientes con mayores posibilidades se encuentra Asiwaja Bola Ahmed Tinubu, de 70 años de edad, líder del gobernante partido Congreso de Todos los Progresistas.
Dentro de la lista de potenciales vencedores figura además el exvicepresidente Atiku Abubakar (75 años), de la formación opositora Partido Democrático de los Pueblos, quien se presenta por sexta vez a la liza.
Otro que, según las entrevistas, favorecen numerosos votantes es el exgobernador Peter Obi (61 años), del Partido Laborista (LP), sin descartar al ocupante del cuarto lugar, el exgobernador del estado de Kano, Rabiu Musa Kwankwaso, del Nuevo Partido Popular de Nigeria.
Para que se tenga una idea de lo difícil que resulta pronosticar un ganador, vale decir que una encuesta efectuada en diciembre último por la Fundación Atedo N.A. Peterside (Anap) arrojó que Obi es el candidato favorito de millones de electores.
La indagación, divulgada por el portal digital Premium Times y que abarcó a más de mil votantes, precisó que el 23 por ciento de los interrogados reveló que tiene la intención de votar por el representante del LP, y 13 se inclinó hacia Tinubu.
Un 10 por ciento, en tanto, favoreció a Abubakar; y sólo el dos, a Kwankwaso, muchos otros encuestados no revelaron su candidato favorito.
JÓVENES PROTAGONISTAS
En medio del generalizado descontento popular por presuntas fallas gubernamentales, llama la atención que casi el 40 por ciento de los 93,5 millones de inscritos en padrones electorales son menores de 35 años, entre ellos 7,2 millones de nuevos votantes.
De acuerdo con las estadísticas de la Comisión Nacional Electoral Independiente, otros 33 millones tienen de 35 a 49 años.
Tal eclosión de jóvenes dispuestos a concurrir a las urnas, tiene su base en que la nueva generación tiene la esperanza de que quien reemplace al mandatario Muhammadu Buhari realice profundas transformaciones económicas y sociales.
Hafsat Adhama, una joven profesora que enseña idioma inglés en una escuela del norteño estado de Kano, expresó de algún modo tales aspiraciones, “en Nigeria las carreteras se volvieron tan peligrosas que resulta difícil visitar a la familia y la inseguridad dificulta el
comercio libre”.
Las gentes, recordó, votaron en un sufragio en 2015 por el cambio al elegir al gobernante Buhari (primero de dos mandatos), esperábamos transformaciones en la educación, la economía, “en lugar de eso, el país entró en recesión y la inflación está por las nubes”. Entre las cuestiones que más preocupan al electorado nigeriano se encuentra la necesidad de enfrentar la inseguridad (35 por ciento), fenómeno que se acrecentó en los últimos tiempos con el aumento de la violencia por grupos armados, apuntan estudiosos y medios de prensa.
Activistas sociales, alertaron en torno a la posibilidad de que en estados norteños y centrales, bandas armadas como la Provincia de África Occidental del Estado Islámico, pudieran ser empleados por algunos candidatos para ahuyentar a votantes.
Los votantes piden además mejorar el desempeño de la economía (26 por ciento), con elevada inflación actualmente; y disminuir la tasa de desempleo (10), la cual afecta a 33 por ciento de la población en edad laboral.
Consideran también que se debe reducir el índice de pobreza, que abarca a más del 60 por ciento del total de 216 millones de habitantes del país; así como priorizar la atención sanitaria y educacional.
El venidero gobierno tiene el reto, por otro lado, “de potenciar el sector agrícola para impulsar el crecimiento económico y erradicar la pobreza”, valoró recientemente Olusula Obadimu, Director General de la Asociación Nigeriana de Cámaras de Comercio,Industria, Minas y Agricultura.
NECESARIAS TRANSFORMACIONES Ante esa compleja situación, surge la interrogante de si ¿podrá alguno de los candidatos, de llegar a la presidencia, transformar el actual panorama económico y social en el territorio africano?.
Tal pregunta tal vez se despejará, tiempo después de las elecciones del 25 de febrero, en las cuales de igual manera se celebrarán los comicios legislativos, en que se escogerán 469 integrantes de la Asamblea Nacional, de ellos 360 diputados y 109 senadores.
Más adelante, el 11 de marzo los votantes elegirán a 28 de los 36 gobernadores estaduales y autoridades locales en el país más poblado de África y mayor productor de petróleo a escala continental.
De cara a tan importante referéndum general, organizaciones como la Coalición de la Sociedad Civil abogaron en días recientes por la realización de un proceso electoral pacífico y transparente.
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