Ese indicador subraya la fragilidad de la recuperación económica mundial, aunque las fábricas de la zona euro al menos podrían superar el punto más bajo, mostraron encuestas este miércoles.
Las presiones de los precios se redujeron y la caída de la demanda se moderó en los 20 países que comparten el euro, lo que impulsó el optimismo. En los tres últimos meses de 2022, el bloque logró un crecimiento moderado que le permitió evitar la recesión.
La lectura final del PMI del sector manufacturero de S&P Global subió a un máximo de cinco meses de 48,8 en enero desde el 47,8 de diciembre, en línea con una lectura preliminar, pero aún por debajo de la marca de 50 puntos que separa el crecimiento de la contracción en la actividad según una base de comparación mensual.
El economista senior de Oxford Economics Mateusz Urban señaló al respecto que creen que lo peor ya pasó, tanto en el frente de la inflación como en el de la actividad.
Dijo que la actividad no se debilita, sino vuelve a subir, por lo que las expectativas son de repunte.
Los fabricantes de Alemania (mayor economía europea), por ejemplo, empezaron 2023 con perspectivas ligeramente más halagüeñas a pesar de que la demanda cae en correspondencia con la disminución de la inflación y los problemas de la cadena de suministro.
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