Los nuevos amparos derogan la Regla de personas sin caminos de Alaska de 2020 que abrió las puertas para la construcción de carreteras y la cosecha de madera en el bosque.
Además, restauran «protecciones a 9.37 millones de acres de áreas sin caminos que apoyan el desarrollo ecológico, económico y cultural», según un comunicado del Departamento de Agricultura.
El titular del ramo, Tom Vilsack, indicó en el texto que estas medidas son cruciales para preservar la biodiversidad, abordar la crisis climática y priorizar las voces de las naciones tribales.
En 2020, el presidente Donald Trump (2017-2021) eliminó las protecciones de más de la mitad de la superficie del bosque al eximirlo de la regla sin caminos original, implementada en 2001 durante los últimos días de la presidencia del presidente Bill Clinton.
Las cinco naciones tribales de Alaska se opusieron a la reversión.
El bosque abarca un total de 16.7 millones de acres que son «críticos para el secuestro y almacenamiento de carbono para ayudar a mitigar el cambio climático», según especialistas.
Al absorber dióxido de carbono, las áreas como Tongass pueden ayudar a compensar las emisiones de gases de efecto invernadero de Estados Unidos, agregan.
El lugar también es una atracción turística clave como hogar de la icónica vida silvestre de Alaska, como águilas, osos y salmones, según el Servicio Forestal estadounidense.
Además de su importancia ambiental, ese bosque también tiene una «inmensa importancia cultural» para los indígenas de Alaska, pues se encuentra dentro de las tierras natales tradicionales de las tribus Tlingit, Haida y Tsimshian.
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