Auspiciado por la Fundación Nicolás Guillen (FNG), de Ciego de Ávila y ubicado en la comunidad de Tuero, en Morón, Yambambó es fiel defensor de las costumbres haitianas, con destaque en la culinaria, al mantener los platos típicos de la cocina del país caribeño, legado de sus ancestros.
Según manifestó el director de la FNG en el territorio, Larry Morales, el proyecto avileño quedó entre los 20 de la región latinoamericana, de los 277 evaluados por el Fondo Iberoamericano, conocido como Ibercocinas.
Las mujeres de la comunidad, incluidas las integrantes del conjunto músico-danzario femenino Fanm Zetwal, viven orgullosas por mantener la cocina haitiana, legado de sus antepasados.
La líder del proyecto, Esperanza Daudinot, destacó que muchos de los platillos que preparan lo aprendieron de sus abuelas, y mencionó el quimbombó con carne de cerdo y ensalada de verdolaga, entre otros, muchos de ellos los preparan con yerbas aromáticas y especias, que dan un sabor intenso, característico a esa cocina.
Fanm Zetwal está compuesto por 16 mujeres descendientes de Haití, fieles defensoras del poder femenino, la igualdad de género y de la música y danzas de sus ancestros.
En el batey las familias disponen de un cabildo para sus ceremonias religiosas, un ranchón en el cual celebran las fiestas tradicionales y un yerbero, quien en su parcela cultiva las plantas medicinales que utilizan para curar las dolencias.
El respeto por la cultura afrocubana, su promoción desde la comunidad, el arte que llega a los escenarios más grandes del país, caracterizan a ese colectivo de mujeres estrellas, como lo indica su nombre.
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