El sospechoso fue arrestado en el Recreo de los Bandeirantes, un barrio de la Zona Oeste del municipio de Río de Janeiro, con apoyo de la Policía Civil.
De acuerdo con la PF, el preso era considerado prófugo internacional y buscado por la justicia paraguaya y la Policía Internacional (Interpol).
Contra el sujeto pesan cargos por tráfico de drogas y lavado de dinero, entre otros delitos.
Lo convertía en «un objetivo prioritario en los trabajos de cooperación internacional realizados en el Centro de Cooperación Policial Internacional en Río de Janeiro con el auxilio directo de diferentes fuerzas policiales brasileñas, sudamericanas e Interpol», informó la PF.
El paraguayo fue detenido después que la Policía Civil lo identificara, la PF confirmó su identidad y la representación de Interpol en Brasil formuló solicitud de prisión preventiva. Ahora, el investigado espera extradición.
Otros seis sospechosos de participación en el crimen están detenidos. El último fue un ciudadano venezolano identificado como Gabriel Carlos Luis Salinas Mendoza.
Fue capturado en Caracas, acusado de dirigir el jet ski en el que viajaba el tirador que mató al fiscal de distrito de 45 años. Cuatro de los detenidos confesaron y fueron condenados a 23 años de prisión cada uno.
Pecci fue asesinado en la isla turística colombiana de Baru.
Especializado en crimen organizado, tráfico de drogas y financiamiento del terrorismo, investigó a pandillas brasileñas, así como a lavadores de dinero de la Triple Frontera de Paraguay, Brasil y Argentina.
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