Bedingfield, quien se desempeñó como asistente del presidente Joe Biden desde su época como vicepresidente (2009-2017), será reemplazada por Ben LaBolt, exfuncionario de prensa de la administración de Barack Obama (2009-2017).
De acuerdo con reportes de prensa, la directora informó sus planes de dejar el cargo el verano pasado, pero revocó su decisión y optó por quedarse durante el resto del año.
Sobre su renuncia, Biden expresó en un comunicado que “Kate ha sido una asesora leal y confiable, en las buenas y en las malas”.
Fue una voz estratégica crítica desde el primer día de mi campaña presidencial en 2019 y ha sido una parte clave para avanzar en mi agenda en la Casa Blanca, agregó el presidente.
Con respecto al nuevo director apuntó que espera “darle la bienvenida como un comunicador de primer nivel, con una comprensión de vanguardia de cómo los estadounidenses consumen información”.
LaBolt se convertirá en la primera persona abiertamente homosexual en ocupar el cargo de director de comunicaciones, señaló la Casa Blanca.
La decisión de Bedingfield marca la salida más reciente de un alto funcionario de la administración en el nuevo año.
Esta semana, Ron Klain culminó su labor como jefe de gabinete, después de dos años en el cargo, y fue reemplazado por Jeff Zients, quien supervisó la respuesta del Ejecutivo al coronavirus SARS-CoV-2, causante de la Covid-19.
Asimismo, Brian Deese dejará su cargo como director del Consejo Económico Nacional en los próximos días y se espera que el secretario de Trabajo, Marty Walsh, se convierta en el primer secretario en dejar la administración cuando asuma el cargo de director de la Asociación de Jugadores de la Liga Nacional de Hockey. La partida de Bedingfield y Klain marcó el primer caso importante de rotación entre los miembros del círculo íntimo de asesores principales de Biden, que han trabajado con él durante años.
Los cambios se producen cuando se espera que Biden anuncie oficialmente sus planes para postularse para la reelección en 2024.
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