Según un reporte de la cadena de televisión WSYX, casi exactamente un mes antes del accidente por el cual materiales peligrosos se liberaron a la atmósfera en la comunidad de East Palestine, la compañía donó 10 mil dólares para ayudar a financiar las festividades inaugurales del gobernador Mike DeWine.
Añadió el artículo que un examen de los registros estatales muestra que esta contribución, parte de los 29 mil dólares que la corporación con sede en Virginia ha contribuido a los fondos políticos de DeWine desde su primera postulación para gobernador en 2018, es solo una porción de un esfuerzo extenso y continuo para influir en funcionarios estatales y legisladores de Ohio.
En total, la compañía ferroviaria ha contribuido con alrededor de 98 mil dólares durante los últimos seis años a los candidatos legislativos y estatales de ese territorio, según datos del secretario de estado, abundó.
Además, la empresa presentó más de 200 informes trimestrales que revelan cabildeo de funcionarios estatales o de congresistas en el mismo período.
Un total de 39 de esas divulgaciones públicas mostraron que DeWine u otro funcionario estatal era el objetivo de los cabilderos, mientras que otras 167 estaban dirigidas a los legisladores estatales.
La denuncia del canal televisivo se suma a otras proferidas contra la misma empresa en días recientes.
Según The Washington Post, una reunión reciente entre el director ejecutivo de Norfolk Southern, Alan Shaw, con el secretario de Transporte, Pete Buttigieg tuvo entre sus objetivos expresar inconformidad sobre una regla federal propuesta que requeriría que los trenes, en la mayoría de los casos, tuvieran dos tripulantes.
Los reguladores federales han argumentado que dos trabajadores podrían responder mejor a los descarrilamientos y otras emergencias, pero la industria se ha opuesto a la propuesta.
Norfolk Southern, la cuarta empresa ferroviaria más grande del país con un ingreso récord de 12 mil 700 millones de dólares durante el pasado año, es blanco de numerosos cuestionamientos después de que el pasado 3 de febrero unos 50 vagones se salieron de la vía en East Palestine, lo que provocó un incendio de varios días.
Según se informó, el medio de carga contenía sustancias químicas peligrosas, como acrilato de butilo y cloruro de vinilo, este último un carcinógeno que se convierte en gas a temperatura ambiente.
Las cuadrillas a cargo de los trabajos realizaron una llamada «liberación controlada» de los químicos peligrosos, tras lo cual se reportó la muerte de animales, malestares en los humanos y un ambiente descrito como poco saludable por los pobladores de la comunidad.
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