Según la agencia, el fenómeno invernal resultará extremadamente perjudicial para los viajes, la infraestructura, el ganado y la recreación en las áreas afectadas, mientras Los Ángeles y el suroeste de California experimentarán la borrasca más fría de la temporada y posiblemente de los últimos años. Para el miércoles, acorde con los vaticinios, es probable que las nevadas activas se extiendan por una gran parte del país, desde Arizona y Nevada hasta Minnesota.
Al mismo tiempo, abundó la fuente, dos frentes avanzarán hacia el sur desde Canadá al oeste y el centro de Estados Unidos, con «nieve significativa y generalizada» y otros peligros.
Mientras alertaba a la gente sobre la tormenta de invierno, el Servicio Meteorológico también predijo «máximos cálidos aún más anómalos en el este, con numerosos récords de temperaturas máximas posibles».
Debido a ese calor predominante, estimó que es probable que gran parte del noreste no vea tanta acumulación de nieve como en el oeste.
Pero Maine y partes de Nueva Inglaterra, donde se espera hoy que las temperaturas rocen los máximos históricos, también están en alerta por una importante tormenta de invierno, desde el miércoles por la noche hasta el viernes, sostuvo.
Dentro de las áreas que experimentarán ambos extremos también está Washington, D.C., donde después de un intenso calor se prevé que los termómetros marquen cifras por debajo del punto de congelación el viernes por la noche, con probabilidad de nieve y lluvia el sábado.
Se espera que el patrón de temperaturas anómalas se mantenga al menos durante los primeros días de marzo, aseguró el Centro de Predicción del Clima.
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