Empezamos a recibir la materia prima sin ningún problema hasta ahora, declaró a la prensa la directora ejecutiva de la Barbados Agricultural Management Company (BAMC), Orlanda Atherley.
«El central se está calentando y probablemente empezaremos a moler este miércoles, una vez que consigamos que entre suficiente gramínea», subrayó la empresaria.
El gerente de Ashbury Plantation, en St George, Mike Gill, estimó una buena recogida de la planta este año, ya que en la isla llovió hasta principios del presente mes.
La noticia que trasciende la contienda es que el Gobierno comenzará gradualmente, al final de la zafra en abril, la prometida privatización de la industria azucarera.
El Estado dejará de inyectar cerca de 30 millones de dólares estadounidenses anuales al sector y ello dará paso al proceso de transición, reveló en enero pasado el ministro de Agricultura y Seguridad Alimentaria, Indar Weir.
Primero arrancaríamos con el programa de derechos de los empleados y luego con acciones a disposición del público, detalló el titular.
Por última vez, concedimos a la BAMC una subvención de 10 millones de dólares estadounidenses y aportamos unos 17 millones, a través de Portvale para la compra de cañas, aseveró.
La industria azucarera de Barbados sufrió un duro golpe a inicios del presente siglo, cuando el coste de la producción aumentó y el precio del dulce cayó en picada en el mercado internacional.
Tal situación provocó un efecto menguante del rubro y, en consecuencia, el cierre de ocho de las 10 fábricas. Actualmente solo entran en operaciones Portvale Sugar Factory, y Andrews Sugar Factory, en St. Joseph.
La zafra de 2008 concluyó con unas 31 mil 600 toneladas de azúcar producidas, dos mil 300 menos que las de 2007, mientras el curso anterior la cifra quedó en cinco mil 200, prácticamente para satisfacer el consumo interno y la demanda del turismo.
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