Tras aprobar la renuncia de los antiguos miembros, el presidente transitorio de Mali, Bah Ndaw, encargó este viernes a Ouane formar un Ejecutivo más inclusivo con representantes de partidos políticos, organizaciones civiles y líderes religiosos.
Diversas fuentes coincidieron en que las autoridades de este país saheliano se vieron obligadas a desmantelar el último Gabinete ante fuertes críticas y presiones sociales por el predominio de militares en la estructura de poder gubernamental.
En Mali rige desde septiembre del pasado año un Gobierno provisional, el cual tiene entre sus objetivos reformar la Constitución y convocar a elecciones generales en un plazo de 18 meses.
Protestas populares, encabezadas por la coalición opositora maliense Movimiento 5 de Junio-Agrupación de Fuerzas Patrióticas (M5-RFP), y una posterior revuelta de militares, condujeron al derrocamiento el 18 de agosto pasado del entonces presidente, Ibrahim Boubakar Keita.
Tales manifestaciones, en las que también participó el denominado Comité Nacional para la Salvación del Pueblo, tuvieron como marco la compleja situación económica y la inseguridad existente en este territorio, donde actúan de forma violenta grupos radicales islámicos.
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