De tomarse la decisión sería un cambio radical por parte del presidente Joe Biden, quien puso fin a la práctica hace dos años en una promesa de un enfoque de inmigración más humano, señala el Times.
Pero a medida que la actual administración se enfrenta a una crisis creciente en la frontera sur, la Casa Blanca valora pasar a medidas más estrictas que el uso de tobilleras y otros métodos para rastrear a los migrantes, una vez dentro del territorio estadounidense.
Según varios analistas, esta medida entraría en vigencia cuando se levante la orden del Título 42, que le ha dado al gobierno federal la capacidad de rechazar a los solicitantes de asilo y que entró en vigor en marzo del 2020, bajo el mandato de Donald Trump (2017-2021).
El giro hacia políticas de inmigración más restrictivas por parte del gobierno tiene que ver también con la presión de los republicanos sobre Biden y el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, para que aborden la situación en la frontera sur de manera más efectiva, destaca el Times.
La política de detención familiar obtuvo críticas generalizadas de los demócratas y defensores de los migrantes durante la administración de Trump, pero también fue utilizada por los presidentes George W. Bush (2001-2009) y Barack Obama (2009-2017).
Biden enfrenta críticas constantemente por el manejo de la crisis migratoria, tras la cifra récord de personas que entró al país de manera ilegal, el año pasado.
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