El Servicio Meteorológico Nacional pronosticó una intensificación de la lluvia y la nieve de lunes a miércoles, con posibles riadas de gran magnitud a lo largo de la costa central del estado, los valles de San Joaquín y Sacramento y las estribaciones del sur de Sierra Nevada hasta mediados de semana.
Se espera que otra ronda de nevadas golpee Sierra Nevada y las áreas de gran elevación, añadió la agencia.
En todo el condado de Monterrey, en la costa central, más de ocho mil 500 personas recibieron órdenes y advertencias de evacuación el sábado, después de que el dique del río Pájaro se rompiera debido a las inundaciones.
Las aguas de las riadas que llegaron a los pozos de la región podrían estar contaminadas, acorde con las autoridades, y se les pidió a los residentes que no bebieran ni cocinaran con agua del grifo por temor a enfermarse, según un reporte de la cadena CBS News.
El sitio de seguimiento PowerOutage reveló que más de 15 mil clientes permanecen sin servicio eléctrico en todo el territorio.
Los embalses estatales que se habían sumergido a niveles muy bajos ahora están muy por encima del promedio para esta época del año, lo que llevó a los funcionarios a liberar agua de las represas para ayudar a controlar las inundaciones y dejar espacio para más lluvia.
En el condado de Tulare, el alguacil ordenó a los residentes que viven cerca del río Tule abandonar el área, mientras que las personas que habitan en las inmediaciones de Poso Creek, en el condado de Kern, estaban bajo una advertencia de evacuación.
La tormenta de esta semana constituyó el décimo río atmosférico que azota el estado durante la actual temporada invernal.
Además del que debe llegar este lunes, el climatólogo estatal Michael Anderson dijo que un tercero parecía estar tomando forma sobre el Pacífico y posiblemente un cuarto.
Un río atmosférico es una alargada banda de humedad concentrada en la atmósfera, que transporta vapor y agua en forma de nubes.
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