Lamento los sucesos en la ciudad de Vieux Fort desde el pasado jueves, cuyas consecuencias causan angustia emocional a familias y comunidades, así como perturban la educación de los niños y la actividad empresarial en las zonas afectadas, afirmó el jefe de Gobierno.
«La región del Caribe se enorgullece de ser una zona de paz, designación que no podemos dar por sentada, especialmente dadas las actuales tensiones mundiales», declaró la autoridad.
Nuestras pequeñas comunidades, a menudo muy unidas, no tienen cabida para este nivel de violencia, que amenaza las personas, sus medios de subsistencia y pone en peligro nuestras economías dependientes del turismo, remarcó.
Mitchel lidera el Sistema Regional de Seguridad (RSS) y respondió favorablemente a la petición del primer ministro de Santa Lucía, Philip Pierre, para que esa entidad apoye a la Real Fuerza de Policía de la nación vecina.
Las tropas podrían trasladarse en los próximos días, aseguran aquí expertos en el tema, mientras insisten en la colaboración con las autoridades competentes en la búsqueda de una solución pacífica.
El Ejecutivo de Santa Lucía anunció el viernes último el cierre de cinco escuelas en Vieux Fort, después que tres personas resultaran muertas por disparos y herido un niño de nueve años.
Nuestra propia existencia social y económica está amenazada si no somos capaces de detener esta delincuencia violenta en el territorio, advirtieron políticos de la isla del Caribe oriental con cerca de 200 mil habitantes.
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