El comunicado emitido por la cancillería etíope consideró una amenaza lo expresado por El Cairo de que “todas las opciones están abiertas”, lo que constituye una violación flagrante de la Carta de las Naciones Unidas y el Acta Constitutiva de la Unión Africana (UA).
Agregó que también representa una clara violación del Acuerdo sobre la Declaración de Principios sobre la GERD firmado el 23 de marzo de 2015 entre Etiopía, Egipto y Sudán. “Egipto debe cesar sus declaraciones insensibles e ilegales”, continúo el texto.
Por otra parte, instó a todos los actores involucrados a tomar nota de la flagrante violación de los principios de las relaciones internacionales por parte de Egipto, y subrayó que ningún interés puede promoverse mediante amenazas e intimidación.
“Si se aborda de buena fe y con total respeto por los principios del derecho internacional, la solución amistosa entre los tres países está al alcance de las negociaciones bajo los auspicios de la Unión Africana”, recordó la cancillería etíope.
Reiteró el llamamiento a las partes a volver a comprometerse con la plataforma de la UA y alcanzar una solución negociada sobre la GERD. “Etiopía sigue comprometida con una solución de este asunto en la que todos salgan ganando”, concluyó la nota.
En 2015, los tres Estados rubricaron un acuerdo que reconoce el derecho de Etiopía a construir la Gran Presa y le exige compartir la energía, mantener el consumo destinado a regadío y no afectar la economía, el caudal del Nilo y la seguridad alimentaria de sus vecinos, entre otros aspectos.
Egipto y Sudán, preocupados por sus reservas de agua desde 2011, cuando comenzó la construcción del dique, condenaron el estreno del generador sin un acuerdo trilateral y lo consideraron violatorio de esa declaración.
Similar actitud ocurrió en las fases de llenado durante las estaciones de lluvias de 2020 y 2021, este último año en medio de frustradas negociaciones para convenir cómo explotarlo, bajo auspicio de la Unión Africana.
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