De acuerdo con el comunicado, los restos fueron enterrados de forma individual en el cementerio Los Guayacanes de la occidental provincia de Chiriquí, donde se produjo el incidente el pasado 15 de febrero, en la localidad de Gualaca, cuando el transporte colectivo se despeñó frente a un albergue con 66 pasajeros a bordo.
Se trató de un sepelio de solemnidad y fue realizado a un mes de la muerte de 37 viajeros que iban rumbo a Estados Unidos.
Las autoridades precisaron que en la morgue reposan todavía los restos de tres menores de edad, de nacionalidades ecuatoriana y venezolana, cuyo proceso de entrega a familiares está por concluir.
El director del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses, José Vicente Pachar, precisó que la inhumación tiene un orden, un protocolo establecido, de tal manera que a futuro si un familiar llega y quiere reclamar los restos de su ser querido esto facilita el trabajo.
Por su parte, la fiscal Melissa Navarro señaló que 21 de los fallecidos en la peor tragedia de este tipo en la nación istmeña fueron identificados y debidamente entregados a sus familiares o a las embajadas de sus respectivos países.
De acuerdo con un comunicado del Gobierno, del total de 66 migrantes que viajaban desde Darién a Chiriquí en aquel ómnibus, 42 correspondieron al sexo masculino, 24 al femenino y 20 menores de edad.
El informe oficial precisó que entre los migrantes 22 eran ecuatorianos, 16 haitianos y 11 venezolanos, las tres nacionalidades con mayor presencia.
También identificaron a ciudadanos de Brasil (seis), Colombia (cinco), Camerún(dos), Cuba (dos), Eritrea (uno) y Nigeria(uno).
El Servicio Nacional de Migración alertó recientemente que en lo que va de año cruzaron la selva de Darién en la frontera con Colombia 50 mil migrantes irregulares.
El año pasado esa cifra, considerada récord, llegó a 248 mil 284 caminantes, según cifras oficiales.
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