En un comunicado, la empresa de distribución eléctrica ENSA Panamá reiteró que el vandalismo de estas infraestructuras es sumamente peligroso para quien lo realiza, además de atentar contra los que dependen del suministro de energía para sus actividades cotidianas.
Por tal motivo, pidió a la población ‘tomar conciencia sobre el perjuicio que causan este tipo de prácticas y ruega abstenerse de realizarlas, no solo para cuidar la salud y bienestar de las personas y comunidades, sino también para preservar la estabilidad de un servicio público’.
Tras dos horas fuera de servicio en el horario pico de la mañana, la línea uno del Metro logró retomar sus funciones, aunque la paralización afectó a cientos de pasajeros que utilizan este medio de transporte masivo para movilizarse de manera rápida hacia diferentes puntos de la urbe citadina.
Según Telemetro Reporta, la persona que intentó robar los cables de alta tensión está en estado grave en el hospital, a causa de la descarga eléctrica recibida cuando cortaba uno para luego venderlo en una recicladora.
Al desvalijo de líneas eléctricas se suman las que sufren a menudo las de comunicación a mano de personas inescrupulosas, práctica denunciada por compañías de telecomunicaciones como la antigua Cable Onda.
El pasado 12 de diciembre, la hoy empresa Tigo informó que actos vandálicos contra la red de fibra óptica dejaron incomunicadas a unas 18 mil familias en la ciudad capital, daños que también sufrieron otros operadores.
Tal es el caso de la firma de comunicaciones Cable and Wireless, la cual comunicó a principios de diciembre de 2020 que registró al menos unos 70 hechos de este tipo en sus redes externas, uno de los cuales interrumpió el servicio a 30 mil usuarios residenciales y comerciales en noviembre último.
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