Un breve video grabado con un teléfono mostró en Twitter al enjambre de agentes de la unidad policial de apoyo al Ministerio Público firzar con el pesado ariete de metal usado por la Policía para penetrar oficinas o casas de delincuentes.
Durante largas horas, desde el inicio de los allanamientos, resaltó la versión de que Alfaro no había sido ubicado ni en su domicilio ni en el ministerio, pero por la tarde, tras culminar el registro de su casa, fuentes extraoficiales informaron que estaba en la sede ministerial, donde lo interrogaban fiscales y policías.
Los agentes salieron de la casa de Alfaro con cajas que presuntamente llevaban documentos, sobre cuyo contenido no hicieron comentarios.
El jefe policial está investigado por un caso de presunto espionaje interno para el presidente Pedro Castillo, por sus vínculos con Jorge Hernández, quien había ofrecido al entonces mandatario organizar un sistema de inteligencia paralelo y comprar para ello equipos modernos de escucha telefónica.
La versión corresponde a la Fiscalía y se basa en afirmaciones de un exagente de inteligencia de la Marina que afirma que fue captado por Hernández, alias “El Español” y, al enterarse de lo que se trataba, acudió a la unidad policial del Ministerio Público, que lo reclutó como informante.
Según las profusas filtraciones que emanan de la Fiscalía, el exagente involucró a Alfaro, quien negó el cargo y declaró ante el Ministerio Público que apenas conocía a Hernández en una actividad policial a la que ambos fueron invitados, lo cual se había hecho público en una foto filtrada a la prensa.
Sin embargo, otras fotografías difundidas por medios de comunicación mostraron al jefe de la Policía en una reunión social en la que participaban Hernández y el delator.
Algunos profesionales de prensa dudan de la versión de la Fiscalía, como el conocido periodista César Hildebrandt, quien sostiene que se trata «de una patraña montada con fines mediáticos» a favor de la polémica fiscal de la Nación, Patricia Benavides.
oda/mrs