Según el Jornal de Angola digital, la cartera de Medio Ambiente decidió revisar las áreas del Quissama, en la provincia de Luanda, teniendo en cuenta la alta incidencia de la captura ilegal, incluso de ejemplares pertenecientes a especies en peligro de extinción.
También interesa constatar la situación de la flora, sujeta igualmente a procesos de destrucción, que atentan contra la preservación del suelo y la supervivencia de animales y plantas, abundó el reporte.
Situado a 75 kilómetros al sur de la ciudad capital, el Quissama posee unos nueve mil 600 kilómetros cuadrados, su vegetación contiene desde manglares hasta densos bosques y la dotación de la fauna incluye elefantes, jirafas, tortugas, cocodrilos, hipopótamos, cebras, manatíes y diversas aves, entre otros especímenes.
De acuerdo con la fuente, el propósito del organismo de Medio Ambiente es redoblar los esfuerzos legales, técnicos y socioeconómicos en pro del equilibrio ecológico y la salvaguarda de la biodiversidad.
La entidad cuenta en su poder con informes sobre la caza furtiva en áreas de conservación de otras provincias del país, los cuales alertan sobre los factores sociales y económicos que están en la raíz del problema, señaló la publicación electrónica.
El proyecto de combate al comercio ilegal de vida salvaje y la atención de los conflictos humanos ligados al tema, forma parte de las iniciativas del Ministerio de Medio Ambiente, con resultados positivos en algunas zonas, al considerar el decrecimiento de la caza furtiva.
Un ejemplo concreto es la considerable redución de la matanza de elefantes en comparación con años precedentes, puntualizó el periódico.
Algunos especialistas, abundó el medio de prensa, consideran importante poner a disposición de las comunidades distintas fuentes para obtener ingresos económicos y, de ese modo, contrarrestar la caza furtiva dentro y fuera de las zonas de conservación.
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