No hay bienestar posible sin fortalecer el estado de derecho y evitar la ley del más fuerte, dijo el gobernante, y pidió trabajar con fuerza e integridad para cerrar el paso a la corrupción y la infiltración en las policías, los sistemas judiciales y la política.
Recalcó el jefe del Palacio de La Moneda que son los delincuentes y sus organizaciones quienes deben sentir miedo, no la gente trabajadora, honesta y pacífica.
Para lograrlo, afirmó, los países del sistema iberoamericano deben enfrentar unidos al narcotráfico internacional y todos sus derivados.
Boric se refirió también al tema de la migración irregular, otra de las grandes preocupaciones de muchos países en el área.
Este es un fenómeno con cambios importantes en la última década, no sólo en Iberoamérica, sino en todo el mundo, y no existen recetas infalibles para abordar sus efectos, explicó.
Agregó el mandatario que “cualquier solución sostenible pasa por trabajar de conjunto entre países de origen, de tránsito y de destino, bajo el principio de la responsabilidad compartida y la solidaridad regional”.
El objetivo, precisó, es conseguir una movilidad humana segura, regular y ordenada, donde se resguarden los derechos de las personas que migran y también los de las comunidades de acogida.
Respecto a este tema, el primer mandatario chileno calificó como muy buenas las conversaciones entre los cancilleres de Venezuela y Chile, Yvan Gil y Alberto van Klaveren, respectivamente, y el contacto personal realizado con su homólogo de Bolivia, Luis Arce.
En su discurso, el presidente de Chile reconoció la respuesta inmediata e impecable ante el llamado de ayuda de su pueblo por los voraces incendios que se desataron entre febrero y marzo en el centro y el sur del país.
Fue justamente la acción coordinada y concertada para enfrentar esta emergencia lo que permitió contener la mayor parte de los fuegos y frenar el avance de esta desgracia, aseguró Boric.
“En nombre de Chile agradezco el invaluable apoyo y las muestras de generosidad de los países que integran esta comunidad Iberoamericana”, resaltó el gobernante y mencionó la ayuda de naciones como Argentina, Brasil, Ecuador, Colombia, Venezuela, Portugal y España.
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