“No podemos seguir siendo testigos indolentes del fin de la humanidad y del fin de la Madre Tierra”, aseguró el vicemandatario en un auditorio en que se encontraban el canciller Rogelio Mayta, y el vicecanciller Diego Pacheco, director de Geapolítica de la Vicepresidencia, sede de la presentación, y embajadores y otros representantes del cuerpo diplomático acreditado.
Choquehuanca explicó que los tiempos de crisis como la que hoy sufre en forma múltiple el capitalismo, implican la generación de nuevas ideas, y ese es el sentido de su propuesta, que pone en marcha la descolonización de la geopolítica de la civilización occidental y la llamada modernidad.
Comentó el conferencista que el capitalismo esclavizó a todo lo vivo y esto generó un caos planetario visible en múltiples crisis (climática, hídrica, sanitaria, económica, migratoria).
“La visión antropocéntrica se impone como un modo de vida superior al cosmobiocentrismo de las sociedades ancestrales milenarias”, sostuvo.
Esa visión ecocida avanzó y se expandió a toda velocidad, en el último ciclo con el poder militar e ideológico de los imperialismos, recordó.
Sin embargo, observó, esta realidad no pudo eliminar las fuerzas que desde los márgenes de la geopolítica de dominación se articulan para resistir al sistema mundial capitalista, neocolonialista, racista y monárquico.
“Frente a la geopolítica de dominación y sometimiento -aseveró el autor-, emerge la geapolítica del vivir bien desde la rebeldía de los pueblos, desde el corazón de nuestra Pacha Mama, desde el indomable Abya Yala (tierra madura de la eterna juventud en permanente renovación).
Reafirmó que esta concepción tiene como objetivo restaurar el camino de la hermandad, de la complementariedad, del consenso, de la armonía y de la paz, ubicando en el centro de la acción política nacional e internacional a Gea, Pacha Mama, la Madre Tierra.
Indicó que los herederos de las sociedades ancestrales y milenarias, hijas e hijos de la Madre Tierra, ahora responden a su llamado y dan inicio al tiempo de cambio del décimo pacha kuti desde los pueblos del Sur, en un despertar de la energía comunal.
“El vivir bien interpela la noción de que la naturaleza es un objeto subordinado a la voluntad del ser humano, defiende la vida natural como el inicio y el fin de la naturaleza”, refirmó.
“Todos los que nos alimentamos con la leche de la Madre Tierra (agua) somos hermanos, humanos, plantas y animales, semejantes y diferentes que nos complementamos”, concluyó el vicepresidente.
oda/jpm