El otrora mandatario puertorriqueño, derrocado tras 14 días de protestas multitudinarias en el verano de 2019, advino a última hora como candidato por nominación directa para fungir de ‘congresista a la sombra’ en la Cámara de Representantes federal, e impulsar con el Partido Nuevo Progresista la anexión plena de esta isla del Caribe a Estados Unidos.
Bajo sospecha de haber actuado de forma irregular, ya que desde agosto de 2019 no radica en Puerto Rico, el comisionado electoral de Proyecto Dignidad, Nelson Rosario, lo acusó este miércoles de violar el Código Electoral, al ejercer un voto ausente.
Con el propósito de poder ejercer su derecho al sufragio Rosselló y su esposa pusieron como dirección una antigua casa en el vecino municipio de Guaynabo, vendida en 2017, tal como se evidencia en el Registro de la Propiedad.
Rosario, abogado de profesión, anticipó que esta situación inhabilitaría a Rosselló de formar parte de los seis cabilderos anexionistas, cuatro en la Cámara federal y dos en el Senado de Estados Unidos, según la ley que aprobó el PNP después de perder el control de la Asamblea Legislativa de Puerto Rico.
Advirtió que llevará el caso ante el Ministerio de Justicia para que canalice su procesamiento criminal.
Rosselló se ha librado hasta ahora, protegido por funcionarios que le son afines, de ser acusado en los tribunales del país por una serie de acciones, que van desde corrupción y peculado hasta violaciones éticas.
El presidente de la Comisión Estatal de Elecciones, Francisco Rosado Colomer, determinó que el asunto se debía canalizar mediante una querella conforme al reglamento de ese organismo, en lugar de pedir la intervención de la justicia.
Las comicios especiales del pasado domingo también están bajo la lupa, ya que se sospecha una alteración de los resultados en cuanto a la participación, que al parecer no alcanzó los 60 mil electores, menos del 4,0 por ciento del padrón electoral, aunque se quiso dar una sensación mayor al contar las boletas más de una vez.
oda/nrm