Una declaración emitida este lunes instó a El Cairo unirse al espíritu de cooperación y trabajar en un acuerdo justo y equitativo para todas las personas en la cuenca del río Nilo.
En el texto recordaron que Etiopía llevará a cabo el cuarto llenado del embalse de la represa este verano y utiliza menos del uno por ciento del potencial del río para energía hidroeléctrica, cuando es la principal fuente al aportar el 86 por ciento del agua.
De igual manera, reiteró que la construcción de la GERD es financiada en su totalidad por los etíopes con los más altos estándares ambientales y técnicos, considerado un proyecto crucial porque proporcionará energía limpia y renovable, y sacará a millones de personas de la pobreza.
“Alrededor del 65 por ciento de los 122 millones de habitantes de Etiopía no tienen acceso a ningún tipo de electricidad. La electricidad tan necesaria facilitará el crecimiento económico de Etiopía y la región”, reveló el documento.
Destacó que la GERD promoverá la cooperación y la integración regional al tiempo que ofrece una oportunidad para que once países de la cuenca del Nilo (Burundi, República del Congo, Egipto, Etiopía, Eritrea, Kenya, Ruanda, Sudán del Sur, Sudán, Tanzania y Uganda) trabajen juntos para gestionar los recursos del río de manera más efectiva.
Acerca de las preocupaciones de Egipto sobre los efectos río abajo en el flujo del Nilo y la disponibilidad de agua, subrayó la declaración que durante muchos años los egipcios han estado mal informados porque un mayor flujo de agua durante estaciones secas y la disminución de eventos de inundación también los beneficiará al igual que a Sudán.
“Queremos asegurar a los egipcios que los etíopes están comprometidos con el uso justo y equitativo de las aguas del Nilo sin dañar a nuestros vecinos río abajo. Reconocemos que el río Nilo es un recurso compartido y apoyamos la búsqueda de una solución mutuamente beneficiosa”, reiteró la nota.
Rechazó las posiciones beligerantes de los líderes egipcios que afirman que “todas las opciones están abiertas”, contrarias al espíritu de la Declaración de Principios de 2015 firmada por Etiopía, Sudán y El Cairo, que reconoce el derecho de Addis Abeba a construir la Gran Presa y le exige compartir la energía, entre otros temas.
La declaración de las diásporas pidió además a la Liga Árabe y sus Estados miembros abstenerse de interferir en el tema de la GERD, que es la única preocupación de los tres países ribereños y su organización regional compartida, la Unión Africana, esta última mediadora en las conversaciones para encontrar “Soluciones africanas a problemas africanos”.
ro/nmr