Al acto asistió la presidenta Dina Boluarte, quien se declaró emocionada que la decisión política de su Gobierno, de reactivar la economía y destrabar proyectos emblemáticos tiene resultados.
Dijo también que la segunda pista, de tres mil 480 metros, permitirá recibir 30 millones de visitantes al año, en beneficio del turismo, y convertir a Lima en un centro de conexiones aéreas de gran importancia regional.
La torre de control tiene 65 metros de altura y equipamiento de última generación, según la operadora de la terminal aérea, la transanacional LAP.
El Ministerio de Transportes y Comunicaciones precisó por otra parte que la nueva pista inicialmente operará cuando la antigua no pueda hacerlo, lo que evitará recurrir al aeródromo actual de emergencia, ubicado en Pisco, a 274 kilómetros al sur de Lima.
El aeropuerto Jorge Chávez fue entregado en 2001 al consocio operador LAP, en virtud del contrato de operación, con una vigencia de 30 años, pero el breve gobierno neoliberal de Pedro Pablo Kuczynski (2016-18) amplió su vigencia hasta 2041.
Entre los compromisos adquiridos por LAP figura el de realizar obras de ampliación, que han tardado por responsabilidad de la empresa, según sus críticos, de las que están pendientes otras, como la nueva terminal de pasajeros.
En el acto de hoy, la ministra de Transportes y Comunicaciones, Paola Lazarte, destacó que las nuevas instalaciones forman parte del proyecto de ampliación, que demanda una inversión de dos mil millones de dólares.
Lazarte aseguró que el logro de la segunda pista y la nueva torre de control son fruto de la administración de la presidenta Boluarte, que destrabó los proyectos, aunque las obras de construcción básicas de ambas datan de septiembre de 2022.
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