La expansión de los ejercicios de guerra agresiva encabezados por Estados Unidos deviene detonador que lleva la situación regional de la Península Coreana a punto de estallar, señaló Choe en un artículo.
Subrayó que a pesar de las reiteradas advertencias por parte de Pyongyang, Washington vulnera la seguridad regional al ejecutar de manera simultánea y multilateral los ejercicios militares conjuntos anti-RPDC de máxima envergadura sin precedentes.
Recordó que los días 3 y 4 de abril el Ejército norteño realizó un nuevo entrenamiento conjunto marítimo con Japón y Corea del Sur.
Las fuerzas aliadas acaudilladas por Estados Unidos movilizaron el portaaviones nuclear estadounidense Nimitz, los destructores Aegis Wayne E. Meyer y Decatur y otros buques de guerra de Japón y el Sur de Corea para adiestrar la batalla antisubmarina y la búsqueda y socorro en el mar alrededor de la Península Coreana, fomentando así el clima conflictivo anti-RPDC, señaló Choe.
La realidad insoslayable espera la posición más evidente de las fuerzas de autodefensa de la RPDC y su respuesta más clara. El disuasivo de guerra de la RPDC mostrará con las sucesivas acciones ofensivas su responsabilidad y confianza en importante su misión de defender la nación, concluye el artículo.
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