Durante una presentación pública Ramokgopa agregó que, sin embargo, hay otras dificultades añadidas como la mala calidad del carbón mineral con que trabajan la mayoría de las centrales eléctrica en Sudáfrica, así como el impacto de una baja moral de trabajo entre los empleados de Eskom.
Desde hace meses esa empresa implementa apagones continuos en el país, los cuales afectan a los sudafricanos en casi todas sus actividades cotidianas, además de afectar severamente la economía.
En su intervención, Ramokgopa enfatizó en que Eskom debe tomar decisiones importantes con urgencia si se quiere abordar la crisis energética nacional.
Además, elaboró, el gobierno deberá sopesar si Sudáfrica puede cumplir los objetivos climáticos con los que se comprometió en la COP26 en 2021 frente a la necesidad del país de mantener sus unidades de generación de carbón en línea.
Alcanzar los objetivos propuestos por el país en la COP26 en Glasgow como parte del impulso global para reducir las emisiones de carbono y frenar el calentamiento global demanda que Eskom cumpla con su programa planificado de desmantelamiento de unidades generadoras alimentadas con carbón, sostuvo.
Pero ello, en las circunstancias actuales, añadió el Ministro, implicaría aumentar el déficit de generación nacional, que es de unos seis mil megaWatts (MW) diarios.
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