El CEP solicitó a los miembros de los colegios electorales que trabajaron durante los pasados comicios confirmar su disponibilidad, y pidió a las organizaciones de la sociedad civil presentar sus candidatos ante las oficinas comunales de referendo.
El Gobierno continúa dando pasos acelerados para la organización del ejercicio, y recientemente recibió dos cargamentos con materias sensibles y no sensibles como urnas, tinta indeleble, teléfonos móviles y otros insumos.
Sin embargo, la consulta popular impulsada por las autoridades para modificar la Constitución recibe numerosas críticas desde diversos frentes, especialmente porque no está contemplada en la ley de leyes vigente.
El pasado lunes, cientos de ciudadanos marcharon contra el proyecto gubernamental y lanzaron consignas hostiles a las autoridades, en particular al presidente Jovenel Moïse, al que acusaron de intentar instaurar una democracia con el referendo.
En su recorrido retiraron los anuncios colocados en las avenidas para promocionar el plebiscito.
Por su parte, el opositor Sector Democrático y Popular anunció un gira por las provincias para movilizar a la población contra la iniciativa y convocó a una masiva protesta el 12 de junio en Arcahie, a unos 40 kilómetros al noroeste de esta capital.
Mientras la oposición presiona, el CEP tuvo dificultades en las últimas semanas para celebrar sus reuniones de preparación del referendo en algunas ciudades departamentales.
No obstante, el presidente Jovenel Moïse insistió el martes último en la necesidad de cambiar la carta magna vigente en aras de la estabilidad, y reiteró que la nueva ley fundamental dará poder a la juventud y la diáspora.
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