El sondeo de la empresa Datum indicó que la desaprobación a la mandataria se mantiene en 74 por ciento y su aprobación sigue siendo magra, y descendió levemente, de 19 a 18 por ciento.
En Lima y el adyacente puerto de Callao, bastiones de la alianza conservadora que respalda al Gobierno, la desaprobación a Boluarte subió de 62 a 66 por ciento, y en el norte de la costa peruana, de tendencia similar, creció de 72 a 76 por ciento.
A nivel nacional, 57 de cada 100 interrogados no creen que la mandataria termine su mandato, como se propone pese a que una amplia mayoría que, según diversas encuestas, demanda nuevas elecciones generales adelantadas.
Además, grandes protestas sociales exigieron su renuncia durante más de dos meses y las operaciones policiales y militares contra las demostraciones dejaron un saldo de 49 muertos, además de un policía asesinado y seis militares ahogados en el contexto del conflicto y 11 civiles en accidentes y circunstancias similares.
El Congreso (parlamento), cuya mayoría derechista apoya al Ejecutivo, si bien registra un aumento de la aprobación ciudadana a su desempeño, de ocho a 12 puntos porcentuales, sigue teniendo un muy elevado rechazo de 82 por ciento, cinco puntos menos que en el mes anterior.
Entretanto, en la región surandina de Puno, principal bastión de las recientes protestas, culminaron este viernes dos jornadas de paralizaciones parciales y bloqueos intermitentes de vías, lo que, afirman los dirigentes, se repetirá todas las semanas.
Las organizaciones sociales de ese territorio decidieron, después de la larga lucha sostenida, mantener así en pie su demanda de renuncia de la mandataria, aunque el Gobierno considera superada la presión social en su contra.
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