Desde ese emblemático viaducto, que cruza el río Danubio y posee seis carriles con un tránsito de 50 mil vehículos al día, los ecologistas calificaron la iniciativa de “tan insoportablemente lenta, como nuestro Gobierno reacciona a las llamadas de advertencia de la ciencia”.
En sus redes sociales, acompañaron el mensaje titulado “a paso de caracol por el Reichsbrucke” con un vídeo de los participantes durante la manifestación, provistos de chalecos naranjas y pancartas.
Los ambientalistas señalaron que “nuestro Gobierno no toma en serio los fuertes avisos de la ciencia; por eso participamos en este acto de desobediencia civil”.
Entre las exigencias de los activistas destaca el límite de velocidad a 100 kilómetros por hora en las autopistas; asimismo, alertaron sobre la precipitación “hacia un infierno climático” y condenaron la ausencia de un plan estatal para la protección del entorno.
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