El lunes de la semana anterior la titular del Ministerio de Educación Pública (MEP) Giselle Cruz anunció la interrupción del año escolar en todos los centros educativos públicos del país, el cual comenzó el 8 de febrero pasado en la modalidad combinada presencial-virtual o a distancia.
Explicó que la interrupción implicará una extensión del año escolar, el cual debía finalizar a principios de diciembre de 2021, pero ahora lo hará en enero de 2022 para en esos dos meses recuperar las clases que no se darán entre este mes y julio próximo.
Tomamos esa medida para reducir sensiblemente la movilidad, que constituye la principal acción de las autoridades sanitarias de esta nación centroamericana para disminuir el acelerado contagio del coronavirus SARS-CoV-2, causante de la Covid-19, y aliviar la complicada situación hospitalaria.
Desde hace más de dos semanas, Costa Rica vive la peor situación desde la llegada de la pandemia en marzo de 2020, con cifras máximas diarias de fallecidos, nuevos casos, graves, ingresos, que han provocado una crisis en el sistema hospitalario, con pacientes Covid-19 esperando una cama adecuada a su gravedad.
El anuncio de la ministra del MEP se anticipó a la conferencia de prensa convocada por los representantes de los cuatro sindicatos del sector educativo para revelar las acciones de presión y protesta en favor de la suspensión de las clases presenciales.
Representantes de esos sindicatos rechazaron la decisión oficial de interrumpir el curso lectivo 2021 y por ello decidieron mantener la protesta nacional del próximo miércoles de manera virtual, denominada #Jornada por la Vida, con el objetivo principal de rendir homenaje a las decenas de educadores fallecidos por la Covid-19.
La huelga contó con la divulgación de fotos de los educandos y otros empleados de los centros educativos en paro y con mensajes sobre los motivos de #Jornada por la Vida, así como conferencias virtuales sobre relevantes asuntos de la educación y la pandemia de la Covid-19 en Costa Rica.
En las fotos, los trabajadores muestran carteles con las exigencias del movimiento #Jornada por la Vida, como la vacunación inmediata del personal educativo de primera línea durante el mes de suspensión total de las clases y testeo masivo en los centros escolares.
Solicitan además que el presidente Carlos Alvarado y la ministra Cruz concreten una hoja de ruta para cerrar la brecha tecnológica que tiene fuera de la posibilidad de recibir clases virtuales a más de 500 mil estudiantes, pues no es aceptable utilizar el argumento de la falta de acceso a Internet de esa cantidad de educandos para suspender el curso lectivo.
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