Un informe del Tribunal Supremo Electoral (TSE) indicó que el listado ya incluye a cinco millones 500 mil electores que pueden acudir a las urnas el 4 de febrero de 2024 y de acuerdo con el calendario electoral, el padrón para los próximos comicios se cerrará el 7 de agosto, cuando se conocerá la cantidad de ciudadanos aptos para elegir a las nuevas autoridades nacionales.
En las elecciones de 2019 en las que el presidente Nayib Bukele venció, solo votó el 51.88 del padrón electoral y de ese número el 27.23 se inclinó por el actual mandatario, lo cual evidencia que una minoría de salvadoreño lo llevó al cargo.
Una de las mayores interrogantes para la próxima contienda es la ausencia de un padrón electoral de los salvadoreños en el exterior, algo que según expertos, está reñido con la Constitución que establece como obligatorio su existencia.
El Salvador llevará a cabo elecciones generales el próximo año para elegir al presidente de la república, diputados de la Asamblea Legislativa, gobiernos municipales y diputados del Parlamento Centroamericano (Parlacen).
El TSE estableció que 13 formaciones políticas están listas para participar en la futura contienda electoral, que se desarrollará en el país en febrero y marzo de 2024. Para la diáspora, que por primera vez podrá participar de forma activa y pasiva, el sufragio iniciará el 3 de enero en la modalidad remota por internet pero aun no hay información del padrón.
En una reciente entrevista en el programa Frente a Frente, el exmagistrado Eduardo Chicas analizó los principales problemas que enfrentarán los próximos comicios, entre ellos el padrón electoral en el exterior.
La falta de este, explicó, es un tema dramático que riñe con el artículo 77 de la Constitución que mandata que debe haber un registro de electores. Es condición constitucional que para poder ejercer el derecho al voto de acuerdo, los participantes en el interior o el exterior deben aparecer en un listado electoral, afirmó.
Subrayó Chicas que eso no existe hasta hoy para el caso del exterior. “Esto es una amenaza para el proceso, así como el uso de recursos del estado de manera discrecional y abusiva es un reto, tengo dudas que se lo vayan a dar en tiempo el presupuesto al TSE y esto es una amenaza grave “, apuntó.
Chicas puntualizó que otra amenaza es el poder omnipotente del Ejecutivo sobre los demás poderes del Estado, lo que, opinó, que se convierte en una amenaza política para la elección. Esto es un tema muy grave. Es algo que no se está haciendo de forma transparente y resta credibilidad a las próximas elecciones, remarcó.
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