Aun cuando se especuló largamente sobre la posibilidad de que el gobernante anunciaría una nueva contienda con el objetivo de permanecer en la Casa Blanca, dicho acto no se concretó hasta el pasado 25 de abril lo que, a su vez, hizo aún más patente la posibilidad de un segundo enfrentamiento con su antiguo rival de 2020.
Consciente de esa probabilidad, el video de la candidatura de Biden apeló a la memoria reciente de la ciudadanía con imágenes del ataque al Capitolio ocurrido el 6 de enero de 2021 por seguidores del exmandatario Donald Trump (2017-2021).
Su mensaje señaló como un enemigo de la nación a los extremistas que reiteradamente asocia con la corriente trumpista MAGA, Make America Great Again (Hagamos a América grande otra vez), y prometió “luchar por la democracia y proteger los derechos”.
No obstante, analistas reconocen que deberá sortear más de un obstáculo en su carrera si quiere permanecer en el Despacho Oval, incluso alguno de ellos asociados con sus propios correligionarios.
Varias encuestas e informes sugieren que el mayor problema de los demócratas con el gobernante no es su desempeño en el puesto, sino la edad del mandatario, hoy con 80.
Biden era el presidente más longevo al asumir el cargo en 2021 y, según una encuesta de USA Today/Suffolk de mediados de este mes, el 42 por ciento de sus propios votantes en 2020 alegaron que su avanzada edad podría representar un inconveniente.
Acorde con otros sondeos, también existen preocupaciones de que no sea una figura particularmente motivadora, incluso si los liberales lo prefieren ante la alternativa republicana.
Pese a las dudas suscitadas por su vejez, los observadores creen que es muy probable que los demócratas den su respaldo al mandatario en las primarias.
“Las elecciones funcionan como Wall Street: miedo y codicia. Y si bien la edad de Biden puede alterar la parte de la codicia, las perspectivas de que Donald Trump vuelva a ganar la presidencia son suficientes para elevar los niveles de miedo”, resumió el experto Allan Lichtman, citado por el sitio de análisis FiveThirtyEight.
Por otro lado, a juzgar por sus declaraciones, algunos de los republicanos con aspiraciones de convertirse en líderes de la nación no parecen muy preocupados con la nueva candidatura del demócrata.
Nachama Soloveichik, directora de comunicaciones de la campaña presidencial de Nikki Haley, refirió que su equipo agradece la oportunidad de contrastar con el actual mandatario.
“La administración de Joe Biden se ha definido por la debilidad y la incompetencia”, declaró en un comunicado facilitado a Politico.
También Trump aprovechó para desacreditar al que podría ser otra vez su oponente.
Dijo que luego de un mandato calamitoso y fallido, es prácticamente inconcebible que su sucesor quiera seguir otros cuatros años más en la Casa Blanca, por lo que pidió el apoyo de los ciudadanos para hacer frente a los actuales problemas de Estados Unidos e incluso “prevenir una Tercera Guerra Mundial”.
Más allá de las objeciones de los candidatos conservadores, un desafío real para Biden es mejorar sus mediocres índices de aprobación, estancado en poco más del 42 por ciento, según una análisis de FiveThirtyEight, y lo que constituye una cifra inferior a la que tuvieron 10 de los últimos 13 presidentes en este punto de sus mandatos.
William Howell, profesor de ciencias políticas en la Universidad de Chicago, estimó por su parte que otras cuestiones añadirán trabas a la contienda del demócrata en 2024.
Está el tema de su edad, pero la gran pregunta girará en torno al estado de la economía y la tasa de inflación, opinó.
Agregó también que si el conflicto entre Rusia y Ucrania se prologa hasta el momento de las elecciones, puede esperarse que el contrincante republicano de Biden plantee todo tipo de preguntas sobre por qué Estados Unidos se vio involucrado en esto y hacia dónde se dirige el país.
“Creo que esas son las cosas más importantes a tener en cuenta”, sentenció.
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