Según informó el ministro de Transporte, Grant Shapps, a través de Twitter, ninguna aeronave de esa nación de Europa del Este puede ingresar al espacio aéreo británico a menos que cuenten con una autorización específica.
El 23 de mayo, un avión de la compañía irlandesa Ryanair con 120 pasajeros a bordo, y en ruta de Atenas a la capital de Lituania, realizó un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto de Minsk debido a un mensaje sobre la presencia de un artefacto explosivo a bordo.
Después de aterrizar y revisarse la nave, los expertos descartaron la presencia de bomba.
En el avión viajaba Roman Protasevich, uno de los fundadores del canal NEXTA Telegram, reconocido como extremista en el país y buscado por las autoridades belarusas, quien fue detenido junto a su compañera, la ciudadana rusa Sofia Sapega.
El portavoz de la cancillería belarusa, Anatoli Glaz, subrayó este martes que las autoridades del país acataron las normas establecidas para estos casos, y Minks invitó a las agencias aéreas internacionales a participar en la investigación sobre el aterrizaje de emergencia.
El Reino Unido consideró, sin embargo, que el desvío del avión de Ryanair fue un ataque contra la aviación civil y la legislación internacional; en represalia prohibió a los aviones británicos entrar al espacio aéreo belaruso.
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