El documento expone que el vicepresidente, los secretarios de Estado y Tesoro y otros altos funcionarios norteamericanos visitaron el continente africano en cerca de 20 ocasiones en este año, hecho que evidencia que la administración de Joe Biden reevalúa globalmente el valor geopolítico de África y pone en práctica la nueva estrategia africana.
Todo el mundo observa con sorpresa y sospecha la conducta de la administración Biden, opuesta a la de Trump que insultaba a África con palabras virulentas. El secretario de Tesoro, que se hizo el primero en la gira por el continente africano en este año, insistió en la necesidad de limitar el precio de gas y petróleo de Rusia calificándola de culpable de la crisis alimentaria en los países africanos.
También en Zambia imputó a China la culpabilidad de la crisis de deuda creada en la región, diciendo que hace falta la «colaboración activa» de la nación asiática para la solución del problema de deuda exterior de ese país africano.
El secretario de Estado infundió en Níger el ambiente anti-Rusia cuestionando sus actividades militares en la región de África Occidental, mientras el vicepresidente habló de la «ayuda transparente» de Estados Unidos y la «peligrosidad» de las inversiones de China en Ghana y Zambia que se encuentran en la más grave crisis de deuda en África, explica el artículo.
En fin de cuentas, el comportamiento de altos funcionarios de la administración estadounidense hace recordar de nuevo la cláusula de la nueva estrategia africana, publicada el año pasado por Estados Unidos, según la cual Rusia y China crean inestabilidad en África y desafían al orden internacional para satisfacer sus intereses, indica el artículo.
Jong Il Hyon asegura que la nueva estrategia africana de Washington no es agradable para los países de ese continente, sino que persigue el objetivo de preparar las condiciones favorables para el cumplimiento de su estrategia mundial, manteniendo a raya a China y Rusia y tomando la supremacía.
Cuanto más abiertos se tornan el despotismo y arbitrariedades de Estados Unidos, que intenta tomar la hegemonía en África, tanto más fuertes se hacen el repudio y rechazo de los países de ese continente.
Los esfuerzos desesperados de Washington por mantener el viejo orden internacional pondrán de relieve su situación miserable, asegura el analista.
Será inevitable el fracaso del intento de Estados Unidos de tomar el control de los países africanos por la creciente aspiración independiente y la conciencia elevada de los países del continente, concluye el documento.
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