Los informantes del TSE, que pidieron el anonimato, indicaron que no se logro acuerdo entre los miembros del ente regulador de los próximos comicios a la hora de aprobar la contratación de la empresa que diseñará y ejecutará el sistema, algo que debe estar listo a más tardar el 3 de junio de acuerdo con la ley del sufragio externo.
Las fuentes expresaron su preocupación de que las empresas que presentaron ofertas para trabajar en este plan se retiren debido al «poco tiempo» para desarrollar el sistema de voto electrónico en el exterior a través de las modalidades, remota por internet y electrónica presencial en 2024.
Según establece la ley, el TSE debe tener listo el sistema de votación en ambas modalidades a más tardar ocho meses antes de la fecha de elecciones, es decir, el 3 de junio de 2023 pero ya es casi imposible probar su funcionamiento y eficacia.
Recientemente, Alejandro Hevia, especialista en criptografía y ciberseguridad de la Universidad de Chile dijo que un país que quisiera el voto electrónico debiera partir probando.
Citado por el Diario El Mundo, Hevia sostuvo que la implementación de una votación electrónica en un país debe ser un proceso largo de aprendizaje que parta de experiencias piloto pequeñas o elecciones de bajo perfil.
Advirtió que si una votación electrónica se implementa mal, eso “no tiene garantías, es que permite potencialmente fraudes de una escala mucho mayor al tipo de dolos que podrían ocurrir con papel”. En un entorno digital -dijo- es mucho más fácil modificar el contenido de la máquina de votación.
Al respecto, organizaciones políticas de oposición al gobierno de Nuevas Ideas en El Salvador denunciaron que puede ocurrir un fraude monumental en los próximos comicios en febrero de 2024 en el Salvador.
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