El fallo, calificado de histórico, ocurre en momentos en que los mayores emisores corporativos del mundo están bajo presión para que establezcan objetivos claros a corto, mediano y largo plazos consistentes con el Acuerdo de París.
Dicho convenio, adoptado en 2015 y firmado por 195 países, tiene como eje central evitar que las temperaturas globales aumenten más de dos grados Celsius, a fin de revertir la actual crisis climática y medio ambiental.
En el resumen presentado, el tribunal indicó que Shell no incumple del todo con su obligación de reducir las emisiones, como argumentaron grupos ambientalistas.
Sin embargo, agregó que la política no es concreta, tiene muchas salvedades y se basa en monitorear los desarrollos sociales más que la propia responsabilidad de la empresa para lograr una efectiva reducción de CO2 (dióxido de carbono).
Por tanto, la corte sostiene que Shell debe disminuir las emisiones en un 45 por ciento neto, en comparación con los niveles de 2019, para fines de 2030, a través de la política corporativa de la compañía.
En una primera reacción, el abogado de los activistas ambientales Roger Cox señaló en un comunicado que el fallo marca un punto de inflexión en la historia y podría tener importantes consecuencias para otros grandes contaminadores.
Por su parte, la coordinadora del programa internacional de Amigos de la Tierra para la justicia climática y la energía, Sara Shaw, manifestó que esperan que el veredicto desencadene una ola de litigios climáticos contra otras empresas para obligarlas a dejar de extraer y quemar combustibles fósiles.
‘Las grandes petroleras ya no pueden descartar el papel crucial que deben desempeñar en la lucha contra el cambio climático’, dijo a su vez el fundador del grupo Follow This, Mark van Baal, citado por la televisora estadounidense CNBC.
La demanda contra la multinacional fue presentada en 2019 por siete grupos de activistas, incluido Greenpeace, en nombre de 17 mil 200 ciudadanos de Países Bajos, al considerar que ésta pone en peligro los derechos humanos y la vida y es una amenaza para los objetivos establecidos en el Acuerdo de París.
En tanto, un portavoz de Shell adelantó que la empresa apelará la decisión judicial, la cual calificó de decepcionante.
mgt/acl