Ese año el país adoptó una nueva ley de leyes que sustituyó a la del periodo dictatorial (1957-1986), oficializó la separación de poderes entre el presidente de la República y el primer ministro, y promovió la participación ciudadana y la descentralización.
Sin embargo, a su juicio, la nueva carta magna impulsada por el Ejecutivo pretende eliminar esas conquistas con la concentración del poder en manos del jefe de Estado.
El Gobierno actual quiere restaurar la dictadura a través de un proceso regresivo que borre los logros tras la sublevación de 1986, dijo en conversación con Prensa Latina.
Recordó que la Constitución de 1987 fue adoptada en un momento de gran efervescencia popular, no obstante, muchas de sus disposiciones no fueron aplicadas por los Gobiernos siguientes.
‘Y ahora quieren claramente botar eso de la Constitución con el proceso totalmente inaceptable de Jovenel Moïse para promover el cambio de carta magna’, denunció.
Para Chalmers las modificaciones propuestas están en concordancia con los sectores más retrógrados, antidemocráticos y antinacionales del país con el objetivo de frenar el movimiento popular haitiano y restablecer el control efectivo de Estados Unidos sobre el juego político de la nación caribeña.
De ahí que Washington continúe apoyando a Moïse, a pesar de todas las denuncias, violaciones constitucionales y masacres registradas, señaló.
De acuerdo con el experto, el presidente haitiano hizo dos trabajos importantes para la administración norteamericana durante la era de Donald Trump: crear las condiciones para sacar definitivamente al pueblo haitiano de ejercicio político, y jugar su papel en las agresiones de EEUU contra todo tipo de proceso popular en América Latina.
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