Ministros de Trabajo y Asuntos Sociales de los Estados miembros del bloque, así como funcionarios de instituciones internacionales invitadas participan en las deliberaciones, cuya apertura corrió a cargo ayer de la titular angoleña del sector, Teresa Rodrigues.
El municipio de Catumbela, en la occidental provincia de Benguela, sirve de sede al encuentro, que centra su atención en la problemática del trabajo forzoso y el uso de mano de obra infantil, así como en los compromisos de la CPLP contenidos en un convenio multilateral sobre seguridad social.
En declaraciones a la prensa local, el portavoz del evento, David Kingjica, confirmó también el interés de discutir un plan de acción relativo a la inspección del trabajo, con vistas a su adopción por los integrantes de la Comunidad.
El propósito de la CPLP es alinear su agenda con los grandes desafíos mundiales, entre ellos, la lucha contra el trabajo infantil, la eliminación del trabajo forzoso, el fomento de la inspección en el ámbito laboral, la seguridad social y la salud, estimó el director de la secretaría ejecutiva de la organización, Manuel Lapão.
Según afirmó, los asuntos en discusión resultan “muy relevantes para el futuro de la CPLP”, pues se trata de atender problemas que contribuyen a acentuar las desigualdades socioeconómicas.
La agrupación está compuesta por Angola, Brasil, Cabo Verde, Guinea Bissau, Guinea Ecuatorial, Portugal, Mozambique, Santo Tomé y Príncipe y Timor-Leste.
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