A propósito de la efeméride que se conmemora este 24 de mayo, el vicemandatario participó en el Conversatorio Internacional de Educación Luchas y Desafíos contra el Racismo y toda forma de Discriminación, en Sucre, departamento de Chuquisaca.
Durante su intervención, Choquehuanca insistió en que el racismo, el odio, el individualismo y el culto a la personalidad llegó con el colonialismo.
“Nuestro proceso se llama, ‘Proceso de descolonización y despatriarcalización’. Somos de la cultura de la unidad, de la hermandad, de la complementariedad, del consenso”, expresó.
Subrayó la importancia de la cultura de la paz y criticó la de la guerra, del enfrentamiento, de la división, del odio, del egoísmo y la codicia.
Recordó el vicepresidente que, en mayo de 2008, más de 50 campesinos fueron humillados y agredidos por un grupo extremista en la plaza principal 25 de mayo de la ciudad de Sucre.
A partir de ese acto violatorio de los derechos humanos, en 2010 fue promulgada la Ley 045 de prevención y sanción de los delitos de racismo y toda forma de discriminación.
Con el mismo propósito, la normativa 139 establece el 24 de mayo como Día Nacional Contra el Racismo y Toda forma de Discriminación, como una acción de desagravio al escarnio que recibieron los campesinos.
Choquehuanca reiteró la necesidad de desterrar el racismo, la discriminación y el odio, con un llamado a fortalecer el camino de la unidad, de la hermandad, de la armonía y de la paz.
Pidió consolidar la construcción del Estado Plurinacional para volver a nuestro “ñandereco” (forma de ser) y que de esa forma florezca la cultura de la unidad, de la hermandad y muera el racismo, el individualismo, la exclusión y el odio.
A propósito de la efeméride que Bolivia conmemora este miércoles, el presidente de la Cámara de Diputados, Jerges Mercado, destacó que el Gobierno nacional avanzó en la elaboración de una serie de normas con el fin de combatir la discriminación y el racismo en el país altiplánico.
Según Mercado, la Administración del presidente, Luis Arce, ejecuta una serie de medidas con el fin de promover e incentivar el respeto y la armonía entre los bolivianos, “que sean diferentes y piensan diferente”.
Evocó “momentos tremendamente lamentables; no olvido, por ejemplo, aquella vez que un grupo de campesinos fueron humillados en la ciudad de Sucre y fueron también pisoteados nuestros símbolos patrios”.
Concluyó Mercado que los bolivianos aprendieron a convivir en paz y armonía, con una valoración de sus diferencias, las cuales entienden como una riqueza y no como un problema.
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