La iniciativa se ejecuta a través del Ministerio de Seguridad y comenzó el martes último por el centro penitenciario de máxima seguridad de Ilama, en el departamento de Santa Bárbara.
Reportes de prensa indican que en las últimas jornadas, la comisión interventora de los establecimientos penales cumplió 10 puntos de acción, que incluye la limitación de las comunicaciones y utilización de equipos tecnológicos para detectar señal de wifi o internet.
Según el Canal 8 de televisión, esa investigación permitió el hallazgo de señal inalámbrica en varios de los módulos de la referida cárcel, conocida también como El Pozo I.
De igual modo, identificaron y ubicaron la antena que permitía la conexión, la cual estaba ubicada en la cima del tanque cisterna del centro penitenciario.
Según la información divulgada, el objetivo de la operación es encontrar armas, celulares, drogas y cualquier producto prohibido para los privados de libertad.
En el cuarto día de la operación, las autoridades del Instituto Nacional Penitenciario (INP) y otros agentes localizaron una caleta con explosivos.
Asimismo, descubrieron dos aparatos de fuego, cargadores y municiones para armas automáticas; una granada de mano, teléfonos celulares y sus cargadores, memorias USB, entre otros objetos prohibidos para los presos.
La operación se desarrolla dentro del marco del llamado Plan de Solución Contra el Crimen que impulsa el Ejecutivo y participan unos dos mil 500 efectivos de la policía y el ejército.
Directivos de la comisión interventora del INP aseguraron que la operación se desempeña con el estricto cumplimiento de los derechos humanos de los privados de libertad.
A inicios de abril, se registraron tiroteos entre pandilleros en cuatro cárceles de Honduras, lo cual provocó la muerte de un recluso, mientras otros siete resultaron heridos.
Un día después del enfrentamiento entre miembros de la llamada pandilla 18 y la mara salvatrucha MS-13, la gobernante hondureña escribió en redes sociales que pondría orden y mano dura en las prisiones.
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